A menudo se dice que la inspiración llega cuando menos se espera, pero esa es una forma poco eficaz de fomentar la innovación y la creatividad. Piensa en algún momento en el que tú, o un equipo en el que hayas estado, debían resolver un problema en particular. Podría ser algo tan simple como decidir el tema para una fiesta de la empresa o determinar las estrategias para alcanzar los objetivos del trimestre en curso. En cuanto empiezas a pensar en ideas, tu mente se queda en blanco. 

Lo que necesitas es una estrategia que te ayude a hacer fluir tu creatividad. Y la lluvia de ideas es la respuesta. Integrar la lluvia de ideas como parte del proceso de resolución de problemas fomenta la colaboración y el pensamiento innovador, y puede hacer que surjan las mejores ideas.  Sigue estos cuatro pasos para saber cómo hacer una lluvia de ideas como todo un profesional. 

¿Qué es la lluvia de ideas y para qué sirve?

Como su nombre lo indica, la lluvia de ideas consiste en dejar fluir tormentas de ideas para abordar un problema con una gran cantidad de soluciones creativas. Es una técnica que se utiliza para generar ideas y despertar la creatividad. 

Por lo general, las personas o equipos llevan a cabo una lluvia de ideas al principio de los proyectos para poder encontrar soluciones innovadoras a los problemas actuales, pero esta técnica también se puede aplicar siempre que surja la necesidad de obtener nuevas ideas. 

Aunque la lluvia de ideas se utiliza normalmente en grupos, también es una gran herramienta para los individuos que trabajan en objetivos y proyectos personales, como decidir sobre qué escribir o qué nuevo proyecto manual iniciar. 

Entender cómo hacer una lluvia de ideas facilita lo siguiente: 

• Considerar todas las posibilidades. 
• Fomentar la colaboración.
• Evitar el desgaste creativo. 
• Reunir otras perspectivas. 
• Generar varias ideas en poco tiempo.
• Fomentar la creatividad y la innovación.

Historia de la lluvia de ideas 

La lluvia de ideas no surgió de la noche a la mañana. El ejecutivo de publicidad, Alex Osborn, acuñó el término por primera vez en 1941, cuando descubrió que las reuniones de negocios tradicionales no eran el escenario ideal para compartir nuevas ideas. Él buscaba la manera de dar a las personas la libertad de pensar creativamente sin temor a las críticas. 

Hay dos principios que, según Osborn, mejoran la "eficacia ideológica": evitar las críticas y optar por la cantidad sobre la calidad. 

Estos principios llevaron a Osborn a establecer las cuatro reglas para realizar una lluvia de ideas eficaz: concentrarse en la cantidad, evitar las críticas, aceptar las ideas inusuales, y combinar y mejorar las ideas. La intención de estas reglas era fomentar un entorno de colaboración que promoviera ideas creativas y descabelladas al permitir que la gente pensara de formas nuevas y únicas. 

Para Osborn, la lluvia de ideas debe utilizarse para resolver un problema o lograr un objetivo en concreto. Una lluvia de ideas sin un fin en mente puede llevar a trabajar lejos del objetivo o la solución. 

Tanto si se trata de una lluvia de ideas por tu cuenta para proyectos y objetivos personales como si se trabaja en equipo, la original estrategia de Osborn es fundamental para convertirse en una máquina de ideas.

Reglas de la lluvia de ideas

1. Concentrarse en la cantidad

Es probable que hayas escuchado la frase "calidad sobre cantidad", pero cuando se trata de una lluvia de ideas, ocurre exactamente lo contrario. Cuantas más ideas, mejor.

En lugar de intentar pensar en una sola gran idea, trabaja en la cantidad para conseguir el mayor número de ideas posible. Este método te dará más opciones para elegir y puede inspirar a otras personas a pensar en nuevas ideas. No todas las ideas van a ser excelentes, pero una mala idea puede dar lugar a varias buenas. 

Al final, cuantas más ideas se compartan, mayor probabilidad habrá de que haya más ideas útiles sobre las cuales trabajar. 

2. Evitar las críticas

La negatividad no tiene cabida en una sesión de lluvia de ideas. Ninguna idea es mejor que otra, y criticar las ideas limita el número de ideas que se comparten, lo que pone en tela de juicio la primera regla de Osborn de que la cantidad está por encima de la calidad. 

Al eliminar las críticas de la ecuación se crea un entorno para compartir libremente pensamientos e ideas sin temor a ser juzgados por considerarlos "incorrectos" o "tontos". 

Cuando la gente deja de temer a las críticas, es más probable que no solo comparta más ideas, sino que comparta ideas divertidas y descabelladas. Las ideas inusuales son la clave de la lluvia de ideas y deben ser escuchadas. 

3. Aceptar las ideas inusuales

Anima a que se expresen todas las ideas, por extrañas que sean. Las ideas únicas, inusuales e incluso excéntricas, aunque no siempre son factibles, pueden dar lugar a soluciones innovadoras en las que no se había pensado antes. 

Acoger lo no convencional en una sesión de lluvia de ideas promueve un espacio abierto a la creatividad y aumenta el número de ideas compartidas. 

"Es más fácil matizar una idea descabellada que pensar en una nueva." —Alex Osborn 

4. Combinar y mejorar las ideas

Haz uso de las ideas. Obviamente, tu equipo no podrá llevar a cabo todas las ideas, pero puedes utilizarlas como inspiración.

Combina conceptos para crear nuevas soluciones. Evalúa cada una de las ideas para determinar cuáles son factibles, innovadoras y más adecuadas para lograr tu objetivo. Aprovecha esas ideas y sugiere mejoras o alternativas similares. Ninguna idea es infalible. Aunque no sea tu idea original, eso no significa que no puedas ayudar a mejorarla. 

Digamos que tú y tu equipo están pensando en formas de ayudar a los usuarios a incorporar tu producto de manera más eficiente. Una de las ideas compartidas es la de añadir consejos y herramientas en el tablero del producto. Esa idea le da a la vez a otra persona la idea de crear un asistente conversacional que guíe a los usuarios a través del producto. 

Hacer uso de las ideas compartidas ayudará a encontrar la mejor solución para el objetivo o el problema.

Métodos de lluvias de ideas

Desde su creación, la lluvia de ideas ha conquistado al mundo (por así decirlo). En todas partes del mundo se utilizan técnicas de lluvia de ideas para hacer fluir la creatividad. En la actualidad, existen numerosos métodos para llevar a cabo sesiones de lluvia de ideas más eficaces, como por ejemplo: 

• Mapas mentales 
• Análisis de los 5 porqués
• Escritura de ideas 
• Interpretación de roles
• Pensamientos en estrella 
• Ideación rápida 

Si quieres experimentar con métodos más avanzados, echa un vistazo a estas populares técnicas de lluvia de ideas.

Hay muchas maneras de hacer una lluvia de ideas. Tanto si eres partidario de las listas como si eres más bien un pensador visual, la lluvia de ideas se convierte en un proceso fluido y más eficaz cuando organizas tus pensamientos en Lucidchart.